jueves, 11 de octubre de 2007

El Apalancao

Hoy voy a hablaros de un ser muy curioso (no, no es el Piponazo ¡Copón!). Se trata de "El Apalancao". En mis miles de millones de viajes en bus he podido analizar a las distintas comunidades faunísticas que lo habitan, incluyendo a todo tipo de individuos-esperpento, además de otros más comunes. También he analizado los factores que les afectan y como estos influyen en su comportamiento, como por ejemplo "a la gente no le gusta el calor" "a la gente no le gustan sentir el sobaco del de enfrente en su cara" "a la gente no le gusta que se la pise" "a la gente no le gusta el vómito del suelo", ... y podría seguir. El autobús es un universo aparte, allí las afables reglas de la calle no rigen nuestros destinos. Vale todo, y la gente tiene legítimo derecho a mirarte mal y a estar permanentemente cabreada, sobretodo por las mañanas. El conductor es Dios, pero los pasajeros son ateos, por lo que la autoridad es muy limitada. Si no llevas mp3 eres un pasajero de 3ª clase. El aire acondicionado no se pondrá hasta bien entrado julio, y cuando se ponga se procurará que se formen estalactitas de hielo en el techo para disfrute de la gente congelada. En la radio siempre sonará m80 o kissFM. Y ahora a lo que vamos... Para que entendais mejor el tema del apalancao necesitaré un crokis.

Centrémonos. 1ª parada. El autobús está vacío, los elegidos suben y ocupan los asientos de honor, tienen todo para ellos solos, son la llamada "gente guay" que irá cómoda todo el trayecto. Llegado cierto momento en que la mitad de los asientos están ocupados, de modo que para sentarse hay que ponerse justo al lado de alguien (y eso está muy mal visto), "El Apalancao" paga al conductor, da tres pasos, mira hacia delante , ve que no hay mucho sitio y dice...AQUÍ ME QUEDO. Y allí se queda. Es una decisión inamovible. Poco a poco van llegando más pasajeros, que al ver esa... barrera infranqueable del apalancao, desisten de pasar al otro lado. Al lado de la gente guay. Estos serán los "apretujados" y en realidad tienen casi más culpa que el apalancao, porque no es tan dificil sobrepasarlo, son unos cobardes y ellos mismos son los que crearán el verdadero tapón que sí que no dejará pasar a nadie. Es en plan uuuuuuh, una persona parada, ¿cómo podré pasar? Y la gente se va acumulando... y acumulando. Al final la presión de la gente es tanta que llegan a empujar al apalancao abriéndose un poco el tapón y dejando pasar a algunos elegidos al otro lado. Pero estos elegidos olvidarán rápidamente que estuvieron en el lado malo. Darán tres pasos (ni uno más) y se convertirán en los "nuevos apalancaos" creando una nueva barrera. Finalmente el bus llega a su destino, las puertas se abren, la gente sale disparada a chorro y se estampa contra el escaparate del Supermueble Max Descuento, mientras los guays que iban sentados detrás bajan por la otra puerta superfrescos y limpitos con pelo HS. FIN


lo que quiero decir es....
....
........
.... joder... si subís en bus, pasad al fondo y no os quedeis paraos nada más entrar... cabrones.

7 comentarios:

  1. "...las puertas se abren, la gente sale disparada a chorro y se estampa contra el escaparate del Supermueble Max Descuento..."

    Grandioso :'D

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  2. Bueno. Yo era uno de esos "apalancaos". Y qué!. Tenía mis razones:
    1º) Si eras buen chico e ibas al fondo del bus... aaaaah! Te encontrabas tan apretujado que cuando llegabas a tu parada, igual no te daba tiempo ya ni a bajar y tenías que apearte en San Vicente.
    2º) Si tenías mucha suerte encontrabas un recoveco cerquita del conductor, en el que pasabas desapercibido, aún arriesgándote a posible bronca del chófer, bajabas por la puerta de entrada y eras el primero en llegar a tu destino mientras la masa te perseguía a una distancia de 2 minuto (buena opción).
    3º) Te apalancabas fuerte justo al centro del bus y frente a la salida. No dejabas pasar a nadie, y si dejabas alguno no cedías tu posición. Esa era la única forma de bajar con más o menos tranquilidad al llegar a la Universidad... (era la única forma).

    Eso siempre y cuando el conductor te recogiera, porque en mi época, además de que no había ni aire acondicionado, y de que no se si existía el Max Descuento, si el chófer consideraba que ya llevaba demasiada gente, ni te paraba a recoger... cielos! ¿soy tan mayor?.

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  3. JUAJUAJUA!!!!

    Pues en mi ciudad, Zaragoza, es igual que en la tuya... o debería decir "era" igual que la tuya, puesto que yo también hace ya unos cuantos años que ocupé el lugar del....tachaaaaaaaaan...EL APRETUJADO. Efectivamente, yo era un apretujado. En mi época tenía dos opciones de ir a la universidad: 2 autobuses, con transbordo incluido o un único autobus. A mi me gustaba la opción de un único autobus, porque me olvidaba de bajar, esperar, y arriesgarte a que el segundo autobús viniera también a tope y no parase. No era una cuestión de dinero, porque por aquel entonces, funcionaba con abono mensual.
    El problema es que MI autobus, tenía una frecuencia de 20-30 minutos y que si lo perdías o no paraba, pues llegabas muy tarde a clase. Para cuando este autobús llegaba a mi parada, iba completamente reventado, lo que, pese a la buena voluntad del conductor, significaba que alguna vez te quedabas en tierra, y el resto de veces pues entrabas, de aquellas maneras...pues eso, apoyando un sólo pie en el suelo (porque no había sitio para el otro), con tu cabeza metida entre el volante del autobús y la del conductor, en fin...todo un cuadro...debido a los ¿apalancados?. Pues no lo sé, pero aprovecho para contaros brevemente mi peor experiencia en un autobús: yendo a un examen, con el tiempo algo justillo, de repente un sitio vacío en el autobús...me lanzo a por él, cual búho a por indefenso ratoncillo y cuando me siento empiezo a notar un calorcillo extraño en las posaderas...y una humedad....caguenlaputa! algún cerdo (o su hijito) se había meao en el asiento y yo hice de fregona....brrrr...claro, lo peor es que, en condiciones normales, te vas a casa, te cambias y punto, pero a pocos minutos de hacer un examen....pues eso que lo hice "to meao". No recuerdo el resultado del examen (supongo que nada del otro mundo), pero sí que recuerdo y recordaré toda mi vida, ese calorcillo...esa humedad...Dios, que verguenza!!

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  4. de apretujá (y en ocasiones apalancá) a apretujao:

    PONTE BUENO PRONTOOOOOOOOOOOOOOOO (aunq tu ya estas bueno jeje)

    MEJORATEEEEEEEE y actualiza con tus temas de interes y tu arte de escribir que nada tiene que envidiar a Francisco Umbral

    ciao esperpento

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  5. Dios santo, que aterradora historia la contada por javi007, no desaparecerá de mi mente nunca y me atormentará en las peores noches. Ciertamente los autobuses son el mal, pero no es su culpa, si no hubiesen coches (0 coches) el transporte público llegaría a unos niveles de calidad inimaginables.

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  6. Javi007, qué experiencia más psicoanalítica. Pero sin profundizar mucho, el motivo de tu accidente yo lo achacaría a una sola cosa: por qué corriste a ese sitio libre? por qué no miraste antes de sentarte? por qué? POR EL ANSIAAAAA! Porque en definitiva apretujaos o apalacaos, todos llevamos un ANSIOSO dentro.

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  7. yo lo que no entiendo es porque los guays estan ya desde el principio... cuand suben al autobus? y cuando bajan?? porque los guays si son tan guays estan solos? porque no se acerca nadie? yo creo que en realidad los guays son tortugas mutantes

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