Como cada verano, este fin de semana llegan a nuestras pantallas estelares las famosas Lágrimas de San Lorenzo, perseidas o meteoros protagonizando ¡¡Lluvia de estrellas!! (Sin Bertín). En realidad las perseidas pueden verse del 17 de julio al 24 de agosto, pero en la madrugada del 12 al 13 de agosto se verán de lujo, especialmente las horas previas al amanecer. Además este año coincide con la fase de luna nueva, osea que el cielo estará negro negro, lo que permitirá que podamos ver incluso los meteoros menos brillantes. Se las llama Lágrimas de San Lorenzo porque pueden verse bien en estas fechas, y precísamente el 10 de agosto es San Lorenzo. Las estrellas fugaces fueron, para los medievales, las lágrimas que el santo derramó al ser quemado por el fuego de la parrilla que le martirizó en el año 258 d.C., cuando gobernaba el emperador Galieno. Channnnnn!!! Dramatismo al máximo. Pero no, en el fondo son muy bonitas. La Tasa Horaria Zenital (THZ) prevista para este año es de entre 20 y 100 meteoros por hora.
Las perseidas son partículas de polvo del tamaño de micras que se incendian por fricción al entrar en la atmósfera terrestre a velocidades promedio de 212 mil kilómetros por hora. Estas partículas proceden de los restos de la cola del cometa Swift-Tuttle (descubierto el 16 de julio de 1862 por Lewis Swift, y tres días más tarde por Horace Parnell Tuttle), de pocos kilómetros de diámetro y una órbita de 135 años alrededor del Sol. Se les llama perseidas, porque el origen lejano del cometa proviene de la constelación de Perseo. Además estos cuerpos sitúan su radiante en la constelación de Perseo, es decir, parecen surgir de ese mismo punto de la atmósfera, aunque su trayectoria es en realidad paralela. La cola del Swift-Tuttle es tan larga, que alcanza la órbita terrestre a pesar de que Perseo se encuentra a 1400 años luz de nuestro sistema solar. Las perseidas se encuentran entre 100 a 160 kilómetros de separación aún en las partes más densas del río de escombros que va dejando el cometa. Ese río, de hecho, es más bien como una serie de riachuelos depositados cada uno de ellos durante diferentes pasos del cometa en su órbita. Al interceptar la órbita de la Tierra los restos de la cola del cometa se produce el espec-táaaaaculo.
El último paso del Swift-Tuttle por la Tierra tuvo lugar en 1992 produciéndose en 1993 un pico de actividad con THZ 300 (No se si os acordareis que por ese año se dijo que nunca se vería tan bien como entonces, aunque yo entendí que después de ese año nunca más habría lluvia de estrellas y al año siguiente me sentí timado). Desde entonces, la actividad ha descendido progresivamente hasta el nivel normal. En 1990, el astrónomo Brian Marsden calculó que el Swift-Tuttle podría llegar realmente a golpear a la Tierra en el año 2026. Sin embargo una serie de observaciones eliminaron rápidamente cualquier posibilidad de colisión. Pero ojo, Marsden encontró que el cometa y la Tierra podrían llegar a experimentar un acercamiento cósmico de un millón 600 mil kilómetros en el año 3044 ¡¡Viva!! (Y si golpea la Tierra Marsden se regocijará en su tumba, riendo mejor por reir el último).
El cometa Swift-Tuttle tiene muchos cometas de su familia. La mayoría se originan en la distante nube de Oort, la cual se extiende cerca de la mitad del camino hasta la próxima estrella. La gran mayoría de ellos nunca visita el sistema solar interno.
A medida que la Tierra gira, la cara que lleva su órbita alrededor del Sol tiende a recoger más escombros del espacio. Esta parte del cielo se encuentra directamente encima de nosotros al amanecer. Por esta razón las Perseidas y otras lluvias de meteoritos son visibles de una manera más favorable en las horas antes del amanecer.
Pues dicho y hecho, tendremos que ponernos a mirar al noreste esta noche mismo, si las nubes nos dejan. Pero especialmente en la madrugada del 12 al 13 entre las 3 y las 5. Lo mejor es alejarse lo más posible de la contaminación lumínica de las ciudades, que siempre jode el invento. Buen bocata, chaquetica, sin prismáticos ni nada y ale. Si intentais hacer fotos a las perseidas, no saldrán nada bien y... os las perdereis seguramente, pero yo vi una perseida de estas una vez en plena ciudad, de un tamaño que me impresionó, y os aseguro que no se olvida.
Procurad mirar sobretodo entre Perseo y Casiopea, que salen en esta imagen. Encontrando la Osa Mayor será fácil.
Lo que pasa es que Perseo no se ve tan bien como en esa imagen, buscad más bien esto:
¡Pero aún hay más! Según la NASA, el planeta Marte, ubicado en la constelación de Tauro, se verá en la misma dirección de donde provienen las perseidas, a una distancia suficiente como para observar su destello rojo, de forma distinta al de las estrellas. Será un brillante punto rojo hacia el este a partir de la media noche.
¡¡Muerte a las nubes!! ¡¡Vayamos al campo a ver como se cae el cielo sobre nuestras cabezas!!. Y bueno, no es por quitarle magia, podeis pedirle todos los deseos que querais a las motas de polvo incandescentes, pero sobretodo disfrutad de verlas caer, que será
un deseo ya cumplido.